“Resulta llamativo el poco conocimiento de Macri sobre las cuestiones energéticas”

Por Victor Bronstein

El sistema productivo global, los sistemas de información y nuestra vida en sociedad se sostienen en un altísimo consumo de energía cuyas fuentes son en gran medida los combustibles fósiles. Es tarea de buen gobernante conocer esta situación y actuar en consecuencia para garantizar los flujos energéticos que sustenten el crecimiento económico y el desarrollo del país. La forma de realizar esta tarea implica un posicionamiento ideológico para discutir las cuestiones técnicas junto con sus implicancias políticas y sociales.
La recuperación de YPF logró el consenso mayoritario de nuestra sociedad y del arco político de nuestro país, con la excepción de Mauricio Macri. Es entendible la posición del jefe de gobierno, ya que su ideología liberal no le permite comprender el carácter de recurso maestro que tiene la energía, la cual no puede analizarse como un commodity más.
Sin embargo, en su conferencia de prensa lo que resultó más llamativo fue su poco conocimiento sobre las cuestiones energéticas. Esto se evidenció cuando planteó que el petróleo y el gas eran energías sucias y que teníamos que ir hacia un desarrollo de energías limpias para remplazarlos, sin entender las limitaciones actuales de este nuevo tipo de energías.
Aunque Macri no lo sepa, la era de los combustibles fósiles dista mucho de haber terminado. Más allá de los discursos “verdes”, la matriz energética de Alemania está conformada por un 33% de petróleo, 24% de carbón, 23% de gas, 12% de nuclear y sólo 5% de renovables. En los EE UU, la matriz es 37% de petróleo, 24% de gas, 23% de carbón, 9% de nuclear y 7% de renovables. Pero en renovables la mayoría es hidroelectricidad y biocombustibles. La energía eólica es sólo el 0,5% y la solar sólo el 0,01 por ciento.
La perspectiva a futuro no es mucho mejor. Según la Agencia Internacional de Energía, para 2035 aumentará la demanda de todos los combustibles fósiles, aunque disminuirá levemente su participación relativa del 81% actual a 75 por ciento. La demanda de petróleo pasará de los 87 millones de barriles por día actuales a 99 millones en 2035, aunque otros estudios, como los de la Energy Information Administration de EE UU, plantean un horizonte de 110 millones de barriles diarios. Por otra parte, la producción de petróleo convencional (75 millones de barriles diarios) descenderá a 68 millones. Para compensar el declive, será necesaria una capacidad adicional de 47 millones de barriles, es decir, la producción actual de Arabia Saudita por cinco. Este es un desafío para el cual el mundo todavía no tiene respuestas.
Queda claro que los hidrocarburos son un recurso altamente estratégico y que la búsqueda del autoabastecimiento es un objetivo que hay que perseguir con tenacidad, aunque tal vez no lo alcancemos, ya que nuestro crecimiento económico nos demandará cada vez más petróleo y gas. Es en este punto donde debemos plantearnos como estrategia geopolítica alcanzar la seguridad energética regional, ya que Sudamérica es autosuficiente en recursos energéticos. Sería bueno que el ingeniero Macri empiece a conocer esta problemática, por si llega a ser gobierno y tiene que hacerse cargo. Dios no lo permita.

Original: http://tiempo.infonews.com/2012/04/22/editorial-73752-resulta-llamativo-el-poco-conocimiento-de-macri-sobre-las-cuestiones-energeticas.php

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