Japón vuelve a apostar por la energía nuclear

Luego del accidente ocurrido en 2011 en la central Fukushima, Japón comienza a reactivar sus plantas nucleares con el objetivo de reducir su dependencia de los combustibles fósiles y así reducir los costos de generación eléctrica.

La Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (ARNJ) aprobó recientemente la reactivación de la central nuclear de Takahama, en la prefectura de Fukui. Esta instalación se convierte en la segunda de su tipo que obtiene el visto bueno de la ARNJ para el reinicio de sus actividades de generación de electricidad, después de la planta Sendai, en la prefectura suroccidental de Kagoshima. Los reactores de Takahama se pondrán en marcha a partir de noviembre si todas las evaluaciones son positivas y se obtiene el acuerdo con los gobiernos locales.

Hace cuatro años Japón era uno de los mayores productores de electricidad de origen nuclear del mundo, hasta que el país se vio sacudido por el terremoto Tohoku (9 grados en la escala de Richter) y el posterior tsunami que se produjo en la costa noreste de la isla en marzo de 2011. Esto desencadenó en la catástrofe de la central Fukushima Dai-ichi y el posterior congelamiento de la actividad nuclear en Japón. El accidente dejó los 54 reactores comerciales, incluidos los seis de Fukushima, fuera de servicio por motivos de seguridad.

Desde aquel momento, el país ha tenido la necesidad de reemplazar la energía proveniente de la generación nuclear con mayores cantidades de combustibles fósiles, aumentando su dependencia de los mismos. En 2013, casi la totalidad de la flota nuclear de Japón estuvo parada, por lo que el 86% de la generación eléctrica provino de los combustibles fósiles. En 2014, la generación nuclear de Japón fue directamente cero.

En el año 2010, antes del accidente, Japón se ubicaba como el tercer mayor generador de energía nuclear del mundo detrás de los Estados Unidos y Francia. El 27% de la generación de electricidad provenía de la energía nuclear. La utilización de energía atómica se complementaba con el uso de gas natural y de carbón, que representaban aproximadamente el 30% y el 24% respectivamente. El petróleo, constituía sólo el 7 % de la generación de electricidad en 2010, mientras que un 11% se componía de energías renovables. El porcentaje restante provenía de la generación hidroeléctrica.

Luego de lo acontecido en Fukushima, la generación nuclear perdida fue sustituida con gas natural, fuel oil pesado, petróleo crudo y carbón. Sin embargo, la generación mediante gasoil comenzó a declinar en 2013 ya que Japón se basó más en la utilización del gas natural y el carbón. Es por ello que empresas eléctricas japonesas han propuesto la construcción de varias centrales que funcionan con gas natural y también de plantas eléctricas de carbón para reemplazar los generadores de antiguos y a la vez, poder cubrir la creciente demanda de electricidad del país.

Japón importa prácticamente todos sus combustibles fósiles. Como resultado de una mayor utilización de combustibles fósiles y mayores precios internacionales del petróleo durante los últimos años, el país asiático gastó 60% más en importación de combustibles fósiles en 2013 con respecto a 2010, lo que significa un incremento de us$ 270 mil millones en solo tres años. Esto revirtió el superávit comercial de Japón y creó un déficit comercial creciente. Gran parte del aumento de los costos de producción de energía han pasado a los consumidores, por lo que los precios de la electricidad han aumentado al menos un 20%.

El actual gobierno japonés cree que es necesario el uso de la energía nuclear para ayudar a reducir las tensiones de suministro de energía actuales y aliviar los altos precios de la electricidad. Esta decisión es fundamentada en razones de seguridad energética, eficiencia económica y en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono.

Fuentes:
ASPO USA
EIA

Ilustración:
en.wikipedia.org

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