El acuerdo entre EE.UU e Irán podría afectar los precios del petróleo.

Las negociaciones deben finalizar el 30 de junio y concluirían con el levantamiento de las sanciones que pesan sobre el país islámico desde el 2012, entre ellos el límite a las exportaciones de petróleo. A cambio, Irán se compromete a desmantelar las instalaciones en las que puede producir plutonio y reducirá en dos terceras partes su stock de uranio enriquecido. Teherán podrá seguir enriqueciendo uranio con fines civiles, pero sólo lo hará en una instalación y de forma controlada por inspectores internacionales.

Desde que se puso en marcha el embargo petrolero a Irán hace 3 años, las exportaciones de petróleo crudo y condensado se redujeron de 2,5 millones de bbl / d en 2011 hasta 1.100.000 bbl / d en el 2013, debido las sanciones implementados por Estados Unidos y la Unión Europea. Irán se ha visto obligado a almacenar gran parte de su producción, y hoy sus reservas ascienden a aproximadamente 30 millones de barriles. Además, las sanciones internacionales han provocado una serie de cancelaciones o retrasos de proyectos de exploración, lo que resulta en la disminución de la capacidad de producción de petróleo. Esto tuvo como consecuencia que más de un millón de barriles diarios, equivalentes al 1% del mercado diario, dejaron de producirse, por lo que, de levantarse las sanciones, esa producción volverá de nuevo al mercado mundial.

Esta cifra puede parecer insignificante, pero no lo es. Para tener una idea, la significativa caída en los precios en un 50% durante el último año ha sido generada por un exceso de oferta de solo el 2%. Añadir otro 1% elevaría el exceso en un 50%, por lo que de levantarse las sanciones, la proliferación del crudo iraní podría poner en jaque los precios internacionales del petróleo. No obstante, debemos tener en cuenta el aumento anual de la demanda mundial de crudo. Se estima que el año que viene será de alrededor del 1,2%. Por lo tanto, el análisis de los precios es bastante complejo y no se puede establecer de un modo tan lineal el impacto que podría tener la incorporación de nueva producción.

Los precios futuros del petróleo proyectados para mayo, que ya habían empezado a bajar a principios de la semana pasada, cayeron al conocerse la noticia de un probable acuerdo, un 5,4% el Brent en Londres y un 4% el WTI en Nueva York. Además, Irak, el segundo mayor productor de la OPEP, ha incrementado sus exportaciones en marzo un 15% respecto a las de febrero. Pero por si esto fuera poco las reservas de crudo de Estados Unidos alcanzaron su nivel más alto en más de 80 años y las instalaciones de almacenamiento están llegando a su capacidad máxima. Los inventarios de crudo en EE.UU. subieron 4,77 millones de barriles la semana pasada, hasta la cifra récord de 471,4 millones.

En caso de confirmarse el levantamiento de las sanciones, el incremento de la producción Iraní llevará su tiempo (descontando los 30 millones que tiene almacenados listos para inyectar en el mercado). Según varios especialistas, el aumento de la producción en un millón de barriles no sucederá antes de principios de 2017, ya que cuando un pozo de petróleo ha estado cerrado un largo período su recuperación a niveles similares de producción lleva bastante tiempo.

Irán es uno de los grandes productores mundiales de petróleo, cuenta con la cuarta la cuarta reserva probada de crudo del mundo y la segunda mayor de gas natural. Sus principales exportaciones están dirigidas a China, India, Japón y Corea del Sur. Si este acuerdo se logra veremos a Irán levantarse nuevamente como una de las superpotencias mundiales productoras de hidrocarburos.

Foto: http://www.al-vefagh.com

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