Por Gastón Fenes.
En una entrevista en exclusiva para surtidores.com.ar, Víctor Bronstein, Director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys) respaldó al actual presidente de YPF. Considera que debe continuar en su cargo y así terminar de desarrollar el plan de inversiones.
¿Qué opinión tiene de la conducción de Miguel Galuccio?
La gestión de Galuccio estuvo sin ninguna dudas a la altura de las circunstancias. El desafío al que se enfrentó fue mucho más que ser un buen gestor que debía cumplir con los objetivos de aumentar la producción, tuvo que refundar YPF como empresa mixta. Esto implica que YPF debe cumplir como empresa con sus accionistas, pero a la vez ser la herramienta para llevar adelante una política de inversiones que nos permitan alcanzar el autoabastecimiento. Es decir, YPF tiene hoy un doble compromiso, con sus accionistas y con el país. Compatibilizar esto no es sencillo y Galuccio lo ha conseguido. Hoy YPF ha aumentado la producción y ha conseguido inversiones para el desarrollo de los recursos no convencionales que nos permitirán cumplir con el objetivo de alcanzar el autoabastecimiento en un futuro no muy lejano.
¿Cuáles fueron los aciertos y errores de la gestión de YPF?
En principio, el gran acierto de la gestión de YPF fue establecer un plan estratégico y de mejora en la productividad de la compañía que era imprescindible para esta etapa. En este plan, YPF vuelve a su rol pionero y fundamental para el desarrollo del país. Estableció programas de desarrollo de proveedores locales, se asoció con el CONICET para formar Y-TEC, una empresa de tecnología para el sector energético que trasciende el desarrollo de los hidrocarburos y se propone objetivos en el campo de las energías alternativas, lo que es necesario para un desarrollo sustentable de nuestro país. También es de destacar los programas de la Fundación YPF respecto a fomentar el conocimiento de la problemática energética y promover que los jóvenes elijan carreras científicas.
¿No encuentra falencias en la gestión?
Más que errores, deberíamos marcar algunas dificultades con las cuales se enfrentó YPF. Entre estas, tenemos la estructura actual del sector hidrocarburífero, que le otorga a las provincias el poder de concesión y control de los recursos. Si bien está claro que las provincias deben recibir regalías por estos recursos, Argentina necesita tener una política única en la materia. Países mucho más federales que el nuestro, como México y Brasil, establecen que los recursos hidrocarburíferos pertenecen a la Nación y estos recursos son administrados por la Comisión Nacional de Hidrocarburos en México y por la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles en Brasil. Aunque la constitución de 1994 establece que los recursos pertenecen a las provincias, debería pensarse alguna forma de administración de los recursos que tenga carácter nacional. La energía trasciende la problemática económica, es una cuestión de seguridad nacional. Otra dificultad es la conflictividad social y los problemas gremiales, problemática que se acentúa con un petróleo que ha bajado a 50 dólares, lo que obliga a aumentar la productividad del sector.
¿Qué pasaría en YPF si se producen cambios después del 10 de diciembre?
En el contexto actual, donde YPF todavía está en una etapa de aprendizaje en el desarrollo de los recursos no convencionales y donde hace falta una estrategia de continuidad en la empresa, sería una medida equivocada cambiar la conducción de YPF. Justamente, el ejemplo de Petrobras debería llamarnos a la reflexión. En Brasil, cada nuevo gobierno cambiaba la conducción de Petrobras, lo que llevó a que la empresa se convirtiera en la caja de la política. Hasta ahora, con la conducción de Galuccio, esto no ha ocurrido. Esperemos que esta virtud de la YPF actual continúe.
Original: http://www.surtidores.com.ar/Contenido/noticia22936.html