El petróleo une a Estados Unidos y Rusia

El aumento de la demanda de petróleo y la consiguiente declinación de los yacimientos maduros nos obliga a extender la frontera hidrocarburifera y buscar recursos en nuevos lugares, de más difícil acceso, que hacen más costosa su extracción. Una muestra clara de esto son los intentos de explotación de hidrocarburos en el ártico.

El pasado 9 de Agosto, con la perforación del primer pozo, Exxon puso en marcha el proyecto Universitetskaya en el Océano Ártico. Se trata de un proyecto exploratorio en conjunto con la petrolera rusa Rosneft, este es el primero de un máximo de 40 pozos que se perforarán en 2018. La estructura geológica donde estos pozos se perforarán es aproximadamente del tamaño de la ciudad de Moscú y puede contener hasta 9 mil millones de barriles de petróleo.

Las aguas profundas del Ártico suponen un gran desafío para las empresas petroleras, debido a la hostilidad del clima. Deben enfrentar temperaturas bajísimas, de hasta -40° en invierno, las frecuentes presencias de icebergs, enormes olas y por si fuera poco no hay sol desde noviembre hasta enero. Esto supone grandes inversiones, este pozo a costado 700 millones de dólares, si el objetivo consiste en perforar 40 podemos proyectar la enorme cantidad de dinero que se necesita para la explotación de estos recursos.

El petróleo descubierto se está agotando rápidamente, aproximadamente un 7% por año, así que las grandes compañías como Exxon tienen que encontrar grandes yacimientos en nuevos lugares con el fin de frenar el descenso de su producción. La plataforma West Alfa, utilizada para la perforación, se encuentra en el mar de Kara a 115 km al este de la isla de Nueva Zembla. La cual tiene una población de apenas 2.700 personas. Este lugar remoto y casi deshabitado demuestra hasta donde hay que ir para descubrir nuevos pozos.

El tiempo dirá si Exxon podra lograr el éxito en esta cruzada. Shell trató de perforar al norte de Alaska hace dos años y se rindió. Las durísimas condiciones climáticas y los icebergs hicieron comercialmente imposible la explotación.

Las sanciones impuestas a Rusia no afectan el acuerdo entre Exxon y Rosneft.

Las relaciones de Rusia con Europa y los EE.UU. se deterioraron al punto más bajo desde la guerra fría por el conflicto en Ucrania, es por esto que la Unión Europea impuso una tercera ronda de sanciones de hace dos semanas, las cuales restringen la exportación de equipo utilizado para la producción de petróleo en alta mar. Sin embargo esto no afecta los planes de Exxon porque el acuerdo para contratar el equipo de perforación fue firmado antes del anuncio de las sanciones.

Esto es una muestra clara de que más allá de la tensa relación entre los países, la lógica de las grandes petroleras es otra. Un ejemplo más que contundente lo constituye este acuerdo entre la empresa de energía más grande de Estados Unidos y la estatal rusa, sin importar las sanciones aplicadas.

Desarrollar el Ártico es vital para Rusia, ya que debe mantener la producción de petróleo en más de 10 millones de barriles por día. Las exportaciones de petróleo y gas le reportan unos 300 mil millones de dólares al año, lo que representa un tercio del presupuesto de Rusia. Para Exxon, donde la producción cayó a un mínimo de cinco años en el segundo trimestre, un descubrimiento ofrecería una nueva fuente vital de crudo.

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