Luego de tres semanas de cortes reiterados del suministro eléctrico en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, desde diversos sectores se está replanteando cuáles son las medidas necesarias para mejorar el sistema. A pesar de estar prácticamente descartada, una opción que se consideró días atrás fue estatizar las dos empresas más importantes del AMBA encargadas de la distribución de la energía eléctrica (Edesur y Edenor) y transferirle la gestión al gobierno de la Ciudad y provincia de Buenos Aires.
Otras dos alternativas discutidas fueron el aumento tarifario (promovido por los sectores patronales) y el incremento del capital público destinado al Fondo para Obras de Consolidación y Expansión de Distribución Eléctrica (un fideicomiso creado ad hoc por parte del Ejecutivo para promover las inversiones en la materia). Esta última parece ser la iniciativa que más le cierra al Gobierno Nacional. Sin embargo, en este contexto, no cabe dudas que la mayor necesidad pasa por repensar “la estructura del sector”. Así lo indicó ante Gestiónpublica.info Víctor Bronstein, director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad, quien además enfatizó la necesidad de que el Estado tenga una mayor “injerencia para planificar y supervisar cómo las empresas plantean las inversiones”.
Bronstein, quien, entre otras cosas, es Ingeniero Electromecánico con Orientación Electrónica y director del Centro de Estudios del Futuro, Facultad de Ciencias Sociales en la UBA, analizó la situación y evitó catalogar a los cortes de luz como “crisis energética”. Además, cuestionó que el Estado no controla directamente las inversiones, sino que el control que ejerce está vinculado a “la calidad del servicio”. “Si las empresas no cumplen con la calidad del servicio, las multaban. Esta lógica indica que las empresas van a hacer las inversiones necesarias y van a planificar bien para evitar las multas. Pero esto no funciona porque la energía eléctrica es un elemento insustituible”.
¿Por qué prefiere no hablar de “crisis energética”?
En el sentido estricto no estamos en una situación de crisis energética. Estamos con unos problemas serios en la distribución del sistema eléctrico. Cuando uno habla de energía, se incluyen dos grandes flujos, uno es el eléctrico y otro el de combustibles líquidos y gaseosos. Cuando hablamos de crisis energética es porque el país se queda sin energía para funcionar.
¿Cómo definiría entonces a la situación que se vivió?
Dentro del sector eléctrico hay que distinguir tres segmentos: La generación, el transporte y la distribución. Uno puede hablar de crisis cuando tiene problemas en la generación. En este momento nosotros no tenemos problemas de generación. Tampoco tenemos de transporte o transmisión eléctrica. Sino que tenemos problemas en el eslabón de la distribución. Hay que ampliar la capacidad del sistema. Todo el mundo se pregunta por qué no se amplió antes o no se previó. En el sector eléctrico tenemos que planificar el crecimiento de la demanda. En general la demanda energética va creciendo año a año. Tiene que ver con el crecimiento poblacional, demográfico y económico. Además hay un cambio en las pautas culturales de consumo que está vinculado al el uso generalizado del aire acondicionado en los hogares. Con aire aumenta un porcentaje importante la demanda de electricidad. Uno se pregunta porque no se previó. Las empresas no planificaron bien o no hicieron las inversiones necesarias.
Lo que no queda claro es si la responsabilidad última es del Estado o de las empresas.
Acá cabe otra reflexión: ¿cómo está estructurado el sistema? El tema está estructurado de acuerdo a las transformaciones que se están haciendo en la década del ‘90 donde primó una lógica de mercado para todo el funcionamiento de la economía. Sin embargo, el sector energético tiene una dinámica particular. La lógica del mercado, según las teorías neoliberales, plantea que el mercado es el que mejor asigna los recursos. Bajo este concepto, el segmento de distribución se constituyó a partir del concepto de calidad de servicio. El estado no controla directamente las inversiones que hacen las empresas para satisfacer la demanda sino que controla el parámetro de calidad de servicios. Si las empresas no cumplen con la calidad del servicio, las multan. Esta lógica indica que las empresas van a hacer las inversiones necesarias y van a planificar bien para evitar las multas. Pero esto no funciona porque la energía eléctrica es un elemento insustituible. Si la empresa no planifica bien y se produce estos cortes, la gente que sufre y no tiene ningún reemplazo. Hay que repensar la estructura del sector. Por otra parte, en general las empresas judicializan las protestas y una demanda puede estar 5 años en la justicia.
¿Qué rol debería ocupar el Estado?
Es necesario que el Estado tenga una mayor injerencia para planificar y supervisar cómo las empresas plantean las inversiones. Tal vez habría que pensar la estatización de las empresas. En última instancia el Estado es el garante del servicio.
¿Están dadas las condiciones para que se adopte esta medida?
Como posible es posible. Lo que no sé es si conviene. El Estado tuvo mucho más injerencia en el sector de generación y creció un 50 porciento.
¿El aumento de las tarifas es una opción para incrementar las inversiones tal como argumenta el sector empresario?
Las empresas alegan que no les da la rentabilidad suficiente para hacer las inversiones. No obstante, las tarifas de acuerdo a cómo está la economía están bajas. Y las tarifas bajas traen dos problemas. No sólo que le quita capacidad de inversión a las empresas sino que además fomenta el derroche energético. La gente no cuida la energía porque no tiene valor.
¿Qué opinión le merece aumentar la inversión pública a través del Fondo para Obras de Consolidación y Expansión de Distribución Eléctrica?
Si uno le da un fideicomiso para aumentar la inversión, tiene que supervisar donde va esa inversión. El ENRE controla la calidad del servicio. Con la energía hay que tener una mirada a largo plazo y una características del mercado es que es cortoplacista.
Original:http://www.gestionpublica.info/sociedad-detalles-noticias/items/el-estado-debe-supervisar-como-las-empresas-plantean-las-inversiones.html